miércoles, 16 de enero de 2019

Diego Pisador (1509-despues de 1557)






 Libro de mvsica de vihvela, agora nuevamente compuesto por Diego Pisador, vezino de la ciudad de Salamanca. Dirigido al muy alto y muy poderoso señor don Philippe príncipe de España núestro Señor.  Salamanca 1552.




Diego Pisador
(Salamanca, 1509 / 1510 - después de 1557)







Localización y vista de Salamanca a orillas del río Tormes







La mañana de San Juan - Diego Pisador - Musica Ficta - Ensemble Fontegara







 En 1508 se casaron en Salamanca Alonso Pisador, notario al servicio del arzobispo de Santiago, e Isabel Ortiz. Según una carta, del 5 de enero de 1509, donde se especifica la dote otorgada por Alonso, su mujer Isabel «llevaba 100.000 maravedís en dineros contados e en axuar e presseas». Por el pago de tal dote la dieron su madre Beatriz Álvarez y el citado arzobispo de Santiago.

 En 1509 ó 1510 nació Diego, al cual siguieron Alonso y Francisca. La hermana se casó con un vecino de Ávila, Francisco Ortiz, y murió en 1550.

 En 1526, Diego Pisador, tomó órdenes menores, pero no pasó de ahí en la carrera eclesiástica, aunque nunca contrajese matrimonio. Su padre, quien poseía rentas por una cierta cantidad de bienes inmuebles, en 1532 se traslada a Galicia como corregidor del conde de Monterrey, y no volvió a Salamanca hasta 1551, después de muerta su mujer.

 Diego, pues, quedó en Salamanca al cuidado de la hacienda. También, a nombre de su padre, fue mayordomo (administrador) de dicha ciudad.

 Isabel Ortiz, madre de Diego, que padecía una perlesía, falleció en septiembre de 1550 poco después de caer por las escaleras de su casa. Antes de morir dio poder al Clérigo Juan de Carmona para que hiciera testamento en su nombre, en el benefició claramente a su hijo Diego, mejorándole en tercio y quinto, por lo que su hermano Alonso pleiteó contra él. El padre de ambos, que seguía aún en Monterrey, resentido con Alonso por haberle contrariado al elegir mujer, favoreció a Diego, llegó a decir que Alonso "no es hijo suyo ni le tiene por su hijo, porque nunca hizo ni cumplió cosa ninguna que le mandase..."

 En una larga carta dirigida a Diego, casi al final le decía "Y no cureis de la bobería del libro y vendeldo al impresor y quitaos de la fantasya y mirad que aveys ya quarenta años y que no sois muchacho..." En esta carta, reproducida más abajo, se ve como se oponía al trabajo de su hijo en el libro de vihuela, además, le conminaba a casarse y trataba a Alonso, su otro hijo, de bellaco.





«Hijo resçibi vuestra carta y no pensé que el fallescimiento de vuestra madre que sea en gloria me llegara a tanto estrecho, la qual me vino sobre otras muchas pérdidas como el portador os dirá al cual me remito, quanto a lo de los dineros, yo os prometo que en toda mi vida estuue tan alcançado porque se me an levantado con mas de setecientos mil maravedís, y como naçi para morir que devo más de quatrocientos mil maravedís, que estoy pobre, que no puedo comprar una vestia, por tanto vos me paresçe que deveys de vender la mayordomía, que no es oficio para vos, y pagar todo lo que deveys, que lo que tengo podréis comer, y tendréis muy bien que pasar, que yo os doy licencia para lo vender, en lo del bueno de vuestro hermano, no devria desde curar dél, ques el mayor vellaco del mundo, ni de darle cosa ninguna, e lo del beneficio dexolo que ya no lo tiene en su cabeça, y vaya para vellaco y en lo de mis bienes tiene menos, que yo no rescibi con su madre que sea en gloria diez mili maravedís, que yo los he todos ganado, loores a nuestro señor, y durante mis dias él yrá para vellaco y al tiempo de mi muerte yo le dexaré tan poco que se maraville, en lo del casamiento, me a escripto andres de sahagun con vna su sobrina, y yo le respondí que tenia de vos entendido que no os queriades casar, que si vos quisiesedes que en vuestra mano está y que tengo jurado no os casar ni hablar en ello porque no os quesistes casar con quien yo os mandaba, por tanto sabedlo, que os conviene y mirá que es cosa seria, él va a las yndias con vn gran cargo y partido, quiera Dios que le salga abien, y conmuy buenas palabras os sabréis departir y entender en esotro que decís de la hija de guñiga, y decilde a saagund como os escrebi sobre su sobrina y que mostré mucha voluntad a ello, y sabed dél dónde queda un taçon mió de plata grande que tiene y también le pedí muy cortesmente diez ducados que me debe de una cosa que acá le compré que dize que la pagó a vos y procurad de la recordar para ayuda a algo, y el taçon enbiarmelo eys con el primero, tened mucho cuidado de ofrendar a vuestra madre todos los domingos y de mirar por esos muchachos y cómo esa esclavina no se pierda ni haga bellaca y eso mismo el esclavillo y de mirar mucho por esa hacienda o casa de ser mucho de recabdo y de dinero que vos no quereys entender con la cibdad ni andar a recaudar a tres y a cuatro maravedís, que nos pierda, y no piense que lo vendeys por pura nesesidad, y pues dios llevó a vuestra madre y teneys menos la mitad de la cuota, sabeos govemar y ahorrar y si no quisieredes vender la mayordomía yo os la dexaré servir por vuestro sostituto, procurad de empeñar alguna cosa hasta veynte o treynta mili maravedís en tanto que yo acabo con estos mis devdores y doy mis cuentas al conde mí señor, que me quiero yr ay a salamanca a morir a mi casa que segund la poca salud [que] tengo y el muy cesivo trabajo no puedo bebir mucho y esta carta no la mostreys a ninguno y resgalda a cumple ansy, y con esto ceso, y no curéis de la boberia del libro y vendeldo al impresor y quitaos de la fantasya y mirad que aveys ya quarenta años y que no sois muchacho. Yo quedo aquí en monterrey que soy corregidor en este estado a despesar de todos y de Juan [abreviatura de un apellido ininteligible] y aviendo lugar quisiera os llegaredes a ca santiaguillo... os besa las manos y asido quedo (sic) oy 13 de Octubre deseando tu bien.—Alonso Pisador.»





 Después de esto, Alonso padre, volvió a Salamanca y las cosas cambiaron por completo, invitó a su casa a su hijo Alonso junto a su mujer y el hijo de ambos, e intento echar a Diego, que era ahora el bellaco, llegando a amenazarle incluso con darle de estocadas si no se salía, sin embargo, no se fue. Parece ser que el padre comía con su hijo menor en la cámara baja de la casa mientras Diego permanecía en la cámara alta, de él decía su progenitor públicamente que si tuviera vergüenza se iría de la vivienda y que se había comido toda su hacienda. Por estos asuntos, Diego, no cobraba el tercio y quinto que de la mejora de su madre le correspondía, por lo que llevó a su padre a los tribunales, precisamente por los mismos días en que salía a la venta su Libro de música de vihuela. El corregidor de Salamanca condenó a Alonso, con fecha 2 de febrero de 1553, a entregar a su hijo Diego, en el término de nueve días, todos los bienes que le pertenecían como a hijo y heredero de Isabel Ortiz. Al hacer ejecución en los bienes del padre éste dijo que los efectos que se hallaban en la casa pertenecían a quien había sido su mujer, María Hernández, finalmente el 2 de agosto de 1553 recibió Diego los 30.000 maravedís que le correspondían.


 No terminaron aquí las discordias entre Diego y su padre, no siempre a favor del mismo, se sabe que cuatro años después, el 19 de agosto de 1557 Alonso Pisador es demandado por su hijo Diego. En esta ocasión se condenó, el 14 de diciembre de 1557, a Diego Pisador a pagar 36 ducados a su padre, quien primero los había abonado por motivo de un censo sobre la heredad de Villeruela a la señora Doña Elvira de Hazevedo. 














 En 1552 publicó un libro de obras para vihuela titulado Libro de música de vihuela, dedicado a Felipe II. Está dividido en 7 libros y consta de 93 piezas, aunque si consideramos, como Pisador hizo, cada una de las partes de las misas como una obra separada, tendremos un total de 186 piezas.

 Tiénese hoy esta obra, juntamente con las de Milán, Narváez, Mudarra, Enrique de Valderrábano, Fuenllana y otros, como una de las más importantes para la musicografía española.







"La mañana de San Juan" by Diego Pisador - vihuela




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