lunes, 28 de mayo de 2018

Francisco Guerrero (1528-1599)





Francisco Guerrero (Sevilla, 4 de octubre de


1528 – Sevilla, 8 de noviembre de 1599)





Francisco Guerrero es, junto con Morales y Victoria, uno de los grandes maestros de la
polifonía sacra española.











Plaza de la Virgen de los Reyes (Sevilla), vista del ábside de la Catedral y la Giralda.





Francisco Guerrero pertenece a la nombrada Escuela Sevillana. La catedral de Sevilla, abierta
al culto en 1478, fue su escuela, su casa, su iglesia, su cátedra y finalmente su sepulcro. En ella
vivía, cantaba, componía, enseñaba la teoría y ejercía su ministerio sacerdotal.









Coro de la Catedral de Sevilla


















Aunque en el texto del suegro de Velázquez, Francisco Pacheco, leemos: «Tal es el sujeto que
al presente se nos ofrece, que fuera culpable negligencia privarlo de semejante lugar, tal a mi ver
el insigne maestro Francisco Guerrero, el cual nació en Sevilla, como escogida flor, por mayo
del año 1527», por datos biográficos del propio compositor, y de otros autores, puede
establecerse su fecha de nacimiento como el 4 de octubre de 1528.



Fue hijo del pintor Gonzalo Sánchez Guerrero, vecino de San Isidoro de Sevilla, y de la esposa
de este, Leonor de Burgos. Del resto de la familia, al parecer acomodada, sólo se conoce la
existencia de un hermano mayor llamado Pedro, también músico de profesión.



Ingresó en el coro de la catedral de Sevilla y allí recibió su primera formación musical, de mano
de su hermano Pedro, del poeta y maestro de capilla Pedro Fernández de Castilleja y de su
asistente Bernaldo de Villalba. Al cumplir catorce años, solicitó y se le concedió plaza en el
servicio recompensado de la catedral, se le asignó un «salario de doze mill maravedises en cada
un año».



Recibió instrucción de Cristóbal de Morales en la catedral de Toledo, posiblemente entre
septiembre de 1545 y agosto de 1546.















Catedral de Santa María de Toledo







El 12 de abril de 1546, a los 17 años, fue nombrado maestro de capilla de la catedral de Jaén, no
se personó a aquella sede hasta cinco meses más tarde.

El cabildo de Jaén, a través de correspondencia, reiteraba ruegos a Morales con el fin de recabar
la presencia y servicios de Guerrero. Esto hace suponer que ambos estarían cerca hasta agosto de
1546 en que viajaron juntos a Sevilla, patria común: Morales para disfrutar de un permiso y
Guerrero de paso camino de Jaén. El propio testimonio de nuestro maestro en Viaje: «Y así a los
diez y ocho años de mi edad fuy recebido por maestro de capilla de la iglesia catedral de Jaén con
una ración, adonde estuve tres años».

Por no poner en el ejercicio de su cargo el empeño requerido, el 30 de agosto de 1548, Guerrero
recibió orden de cese de parte del cabildo. Puso enseguida mayor diligencia, el joven maestro, en
la preparación de los niños cantores, lo que le permitió presentarse a las oposiciones y continuar
en el cargo.




Catedral de la Asunción de Jaén


El 28 de agosto de 1549 obtuvo un permiso de veinte días para ir a Sevilla con
objeto de visitar
a su familia. Guerrero, por afecto a sus padres y por devoción a aquella iglesia metropolitana,
decidió no regresar a Jaén

El 7 de octubre de 1553 fallece Cristóbal de Morales y Guerrero decide opositar para cubrir su
vacante de la catedral de Malaga. Opositó contra cinco rivales: Gonzalo Cano, Juan Navarro
Hispalensis (maestro de Tomás Luis de Victoria), Luis de Cózar, Juan Doiz no se presentó y un
nuevo Luis de Cózar. En la votación realizada el 13 de febrero de 1554 la valoración que mereció
cada uno de los opositores dio el siguiente resultado: 10 votos para Francisco Guerrero, 6 para
Luis de Cózar el maestro, y 2 para el homónimo Cózar, racionero de Granada. Guerrero, pues,
quedó en primer lugar, muy superior a los otros.

El cabildo de Sevilla, ante el éxito rotundo de su clérigo Francisco Guerrero, propusieron a este
condiciones más ventajosas con el ánimo de retenerle a todo trance al servicio de su iglesia.
Garantizada su perpetuidad en el cargo mediante bula pontificia, el 19 de abril de 1554 Guerrero
renunció al magisterio de Málaga, en el que no se había estrenado. Obtuvo, además, un aumento
de 20.000 maravedises, el disfrute de una casa y, la promesa por parte del Cabildo de la catedral
de la sucesión del maestro Castilleja cuando éste falleciera. La titularidad definitiva la obtendría
en 1574.
























Otra audiencia palaciega, concedida a Guerrero, pudo ser la que le dispensara el rey Felipe II
en Madrid, posiblemente para tratar de la edición del Canticum Mriae Virginis, quod magnificat
nuncupatur que el maestro pensaba dedicarle.





Toledo fue una de las ciudades favoritas de Guerrero, nuestro maestro mantuvo durante toda su vida especial contacto con su iglesia, a la que obsequió de preciosos códices con composiciones suyas.




  Toledo fue una de las ciudades favoritas de Guerrero. Sea por las atenciones recibidas durante su presumible residencia en ella como alumno de Morales, sea por el particular atractivo de aquella sede primada, nuestro maestro mantuvo durante toda su vida especial contacto con dicha iglesia, a la que hizo obsequio de preciosos códices con composiciones suyas.  También la corte de Lisboa fue centro de interés con motivo de ofrecer al rey Sebastián de Portugal el Liber primus missarum, impreso en París por Nicolás de Chemin, año 1556, que Guerrero le había dedicado.

  Pasó un año en Italia, licencia para ir a Roma le fue concedida el 16 de marzo de 1581. Hizo uso de ella el siguiente mes de abril. Guerrero, sin embargo, no llegó a Roma hasta octubre del mismo año. Asentado en la ciudad, empezó a negociar la publicación de sus dos libros de música, primordial objetivo de su visita. En enero de 1582 se le concedió más tiempo de prorroga.

  Apenas vio la luz el Missarum Liber Secundus, febrero de 1582, se apresuró el autor a enviarlo al cabildo de Sevilla con el ruego de incorporarlo al archivo musical para el servicio de la capilla, a la vez que les agradecía las atenciones y generosidades recibidas.

  Años más tarde decidió visitar Tierra Santa, lo que hizo entre el verano de 1588 y la primavera de 1589. Difuntos sus padres, Guerrero, aunque sexagenario, aprovechó la invitación del cardenal Rodrigo de Castro, arzobispo de Sevilla, para acompañarle a Roma. Era el año 1588. llegados a Madrid, Guerrero obtuvo permiso y dinero del cardenal para emprender camino hasta Cartagena, donde embarcó rumbo a Génova con las galeras del duque de Florencia.

  Al pisar tierra firme, 8 de agosto, pidió poder viajar a Venecia, a fin de concertar con el editor Vincenti la edición de otro libro de motetes y el de canciones y villanescas espirituales, publicados luego en 1589. Embarcó con dirección a Tierra Santa, en compañía de su fiel discípulo Francisco Sanchez, como escribiría el propio Guerrero, «a los catorze días del mes de agosto de 1588, a los sesenta años de mi edad».




Jerusalén





  La visita a los santos lugares le conmovió muy

profundamente y le inspiró delicados sentimientos de veneración y respeto.


  De vuelta a Italia se detuvo en Venecia, 19 de enero de 1589, permaneció allí durante mes y medio, luego junto con su discípulo emprendió el viaje de vuelta a España. Fue hecho cautivo por piratas durante el viaje de regreso y tuvo que ser rescatado, como era común en la época, por el pago de una considerable cantidad. La aventura fue narrada por él en el libro El viage de Hierusalem  publicado en Valencia en 1590 que tuvo un gran éxito popular. Por deudas contraídas en la edición y publicación de sus obras, en agosto de 1591 se dicta un auto de prisión contra él, y conoce la cárcel de Sevilla. El cabildo sevillano, en atención a los servicios prestados por Guerrero, accede a pagar sus deudas con lo que se le permite abandonar la cárcel. Fue contratado de nuevo para el coro de la catedral de Sevilla, donde terminó sus días, como maestro de capilla, cuando la peste de 1599 acabó con su vida. Su tumba se halla en la Capilla de Nuestra Señora de la Antigua, junto a la de su compañero el organista Francisco de Peraza. Al margen de la música, fue miembro del Santo Oficio.





AAMMS1967

Francisco Guerrero | Los Reyes siguen la estrella





BrisbaneChamberChoir

O Domine Jesu Christe
















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